Historia del Pan de Navidad
El Pan de Navidad (en alemán “Weihnachtsstollen”) es una especialidad navideña, proveniente de la ciudad alemana de Dresde.
Su origen se remonta a la Edad Media (1474) y era una masa de pan muy sencilla elaborada de agua, levadura y harina, únicos ingredientes autorizados por el estricto dogma católico de la época ya que dicho pan se consumía durante los días de vigilia, que en esa época eran más que numerosos.
En 1491 el príncipe Ernesto de Sajonia se dirige al Papa Nicolás V para solicitar permiso de adicionarle mantequilla al pan. Es así como en el mismo año se emite la “Bula de la Mantequilla”, por medio de la cual se autoriza expresamente la adición de dicho ingrediente.
Con el paso del tiempo se le añadirían uvas pasas, almendras, fruta confitada y corteza de naranja confitada, convirtiendo al Pan de Navidad en una especialidad de fama mundial.
En 1730 Augusto el Fuerte, Príncipe Elector de Sajonia y Rey de Polonia, introduce la tradición de inaugurar la Navidad partiendo con un cuchillo especial la primera rebanada de un Pan de Navidad gigante, de tres kilogramos de peso.
Esta tradición se mantiene hoy en día: cada año el alcalde de Dresde, en compañía de un maestro panadero y asistido por una doncella elegida entre las 134 panaderías de la ciudad, corta en una ceremonia pública el primer Pan de Navidad de la temporada.